sábado, 19 de diciembre de 2009
Felices Fiestas y próspero 2010!!!!
lunes, 7 de diciembre de 2009
Discurso del Nobel de la Paz 2009
jueves, 3 de diciembre de 2009
Para solucionar la violencia de género, el primer paso está en manos del que la padece.
martes, 1 de diciembre de 2009
¿Otra de buenos y malos?
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Si la manipulación de la prensa fuera siempre asi.....
Estas fotos son de un ataque real de un oso polar en Churchill.
Las fotos fueron tomadas mientras la gente miraba sin poder hacer nada para parar el ataque.
El periódico local menciona que la víctima se ha recuperado completamente.
Estas son las fotos:
martes, 10 de noviembre de 2009
Imprevistos II
Imprevistos.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Admiro la falta de odio.
jueves, 5 de noviembre de 2009
En Austria venden trucha en las farmacias.
lunes, 2 de noviembre de 2009
La tortilla de patata cubista.
martes, 27 de octubre de 2009
Ovo-lácteo-Jabugo-vegetarianos.
lunes, 26 de octubre de 2009
Como usar las redes sociales para incomunicarnos.
Con las redes sociales en internet, la superficialidad en nuestras relaciones es todavía más acusada. Facebook, twitter, tuenti o myspace, por citar algunas, tienen una relevancia mayor cada dia en la forma en la que nos comunicamos. Evidentemente, esto se debe a que ofrecen ciertas ventajas. La comunicación es rápida. Es tanto general para un grupo como particular para un individuo, lo cual lo hace más flexible que el e-mail. Es global y se actualiza constantemente. Es variada en sus objetivos y recursos, ya que igual se utiliza para encontrar a viejos amigos como para hablar de intereses communes, informarse o aprender, todo ello de forma amena con fotos, dibujos y videos. Además, es pública y breve. Y aquí precisamente es donde encontramos la raiz del problema.
Cuando nos acostumbramos a la comunicación constante e inmediata, dejamos de un lado la auténtica comunicación, esa que nos hace crear lazos, conocer a otros en su esencia y compartir lo que hay en nuestro corazón o lo que es importante en nuestra vida. No me imagino a nadie en facebook dando detalles sobre su salud, su vida sentimental o sexual, los problemas de los hijos adolescentes o el hecho de que se esté planteando hacerse un lifting. Casi cualquiera lo podría leer, y no es cuestión de airear lo que no es necesario. Tampoco veo opiniones argumentadas y que den base a un buen diálogo. Comentarios breves que lo justo lo posicionan a un lado u otro de cualquier controversia, y vale.
En principio, no es que me parezca mal o que vea ningún problema en los contactos cortos, superficiales y frecuentes. Igual que en otros aspectos de la vida, en la variedad está el gusto, y está bien utilizar los recursos a nuestro alcance. Lo que me llama la atención y me preocupa es que éstos sustituyan a una comunicación más auténtica. Es como la gastronomía. No hay nada malo en picar algo entre horas, pero si se olvidan las comidas tradicionales de mesa, mantel, cuchara y familia en favor del fast food en el coche o viendo la tele, el progreso se convierte en retroceso.
domingo, 25 de octubre de 2009
sábado, 17 de octubre de 2009
Angel de la guarda, y fecha de caducidad.
viernes, 16 de octubre de 2009
Ampliando nuestra perspectiva.
Nuestro punto de vista inicial sobre algo, determina nuestra reacción o nuestro pensamiento. Por ejemplo: los que conozcais la historia de Dan Brown “El Código Davinci” probablemente recordareis cuando el professor Langdom está dando una conferencia sobre simbología. En la pantalla vemos unos símbolos, pero los vemos en primer plano, sin que nos enseñen el entorno en el que las fotografías están tomadas. Nuestra mente completa la información e interpreta la imagen en base a nuestra cultura, experiencia, y conocimientos. En la escena, nos muestran una imagen de una cruz gamada. La gran mayoria la relaciona con el nazismo, pero al ver la totalidad de la foto, vemos que es un símbolo grabado sobre el pecho de un buda, y utilizado en ocasiones por grupos o culturas que nada tienen que ver con el régimen alemán. En una segunda fotografía, vemos una estatua de un niño en brazos de su madre, al estilo de algunas figuras religiosas antiguas. Para muchos es una representación cristiana de Maria con el niño, o una figura relacionada con la fertilidad. Al ampliar la perspectiva, vemos que es una estatua que representa al dios egipcio Horus en brazos de su madre Isis.
Cuando estamos atrapados en un conflicto, estamos acostumbrados a repetir una y otra vez el mismo proceso mental. Por ejemplo: estoy cansado de mi trabajo y de mi situación monetaria. Quiero ganar más dinero. Quiero ser mi propio jefe, por lo que debería abrir mi propio negocio. Pero como no tengo dinero para invertir, no puedo abrirlo. Además, mi trabajo ocupa casi todo mi tiempo y energía, con lo que no puedo pensar en un negocio nuevo. Terminamos en el punto de salida. Está claro que si partimos de las mismas premisas y aplicamos la misma lógica, llegaremos a la misma conclusión una y otra vez. Aquí es cuando ampliar la perspectiva es realmente útil.Pero, ¿Como se consigue?
Una forma de hacerlo es no enfocándose en el problema tal y como lo vemos, mirando solo la situación como la tenemos en este preciso instante, sino centrándonos en la situación tal y como queremos que sea, e incluyendo más variables (más personas, más opciones, una ventana de tiempo más amplia, etc…) Esto es el equivalente a ampliar la perspectiva en una fotografía, en la que no tenemos todavía los detalles de la situación nueva, pero ya la tenemos incluida como una posibilidad. Un ejemplo bastante visual sería consultar un mapa para llegar a un sitio, y ver que el mapa solamente refleja el lugar en el que nos encontramos ahora. Hasta que no veamos una porción mayor de terreno, que incluya el lugar al que nos dirigimos, no vamos a poder determinar cual es el camino más adecuado. En el caso de la persona que necesita montar un negocio, está llegando a la conclusión de que no puede porque está teniendo en cuenta solamente la falta de tiempo y de recursos. Mirándolo así, tiene toda la razón del mundo, no puede hacer nada más. Sin embargo, si amplia la perspectiva, se dará cuenta, por ejemplo, de que tiene habilidades, experiencia, un grupo de personas a su alrededor que pueden brindarle apoyo en diferentes areas. Puede pensar tambien que aunque no tiene tiempo ahora puede tenerlo durante sus vacaciones, o durante sus dias libres para preparar su nueva situación.
Veamos como el mismo principio general puede aplicarse a las relaciones. En un momento dado, podemos tener un problema con nuestro compañero. Ha hecho algo que nos molesta profundamente, así que estamos enfadados. Es difícil manejar estos sentimientos de enfado y frustración, y cada vez que pensamos en ello, lo único que nos viene a la mente es lo que ha hecho, y lo mucho que nos molesta. Así se echa más leña al fuego, y la separación sigue creciendo. Si intentamos resolver el conflicto con nuestro compañero desde esta posición, no hay realmente espacio para encontrar un punto común y un arreglo, porque estamos centrados en un marco muy limitado. Ahora bien, cuando ampliamos la perspectiva, e incluimos una historia rica en experiencias, amor y unión, es muchísimo más fácil encontrar una base sólida para poder llegar a la resolución del conflicto, entre otras rezones porque éste aparece más pequeño en relación a todo lo que lo rodea.
En resumen, ampliar la perspectiva cuando miramos una situación, es muy útil cuando sentimos que estamos estancados en un conflicto. ¿Por qué no te animas a probarlo la próxima vez que no sepas qué hacer respecto a algo? Espero que te resulte útil.
Por Helena Aramendia. Permitida la reproducción total o parcial, siempre que se mencionen el autor y la fuente.
domingo, 11 de octubre de 2009
El miedo no es más que un espejismo.
"Lo que la oruga llama el fin del mundo, el maestro lo llama mariposa". Richard Bach.
Recientemente escribí un artículo dando unas pautas que nos ayudaran a superar ciertas preocupaciones. He tenido respuestas de lectores a los que les ha parecido muy útil, pero también he recibido comentarios de otros que aunque agradecen haber podido relajarse un poco, se sienten desbordados por los problemas; problemas reales, tangibles y definidos: económicos, laborales y-o sentimentales, entre otros. Entiendo que las pautas dadas en aquel artículo tenían dos propósitos: que pudiéramos diferenciar preocupaciones de problemas, y que fuéramos capaces de adoptar la mejor actitud posible para enfrentar ambos. Me parece que hubiera sido bueno también, mencionar algo que sirviera de ayuda para ver otras opciones a la hora de encontrar una salida. A ver si puedo enmendar mi error.
Desafortunadamente, no tengo una varita mágica para solucionar problemas, y no es mi propósito pretender que tengo la respuesta para todo. Pero sí quisiera arrojar luz sobre un aspecto que me parece que no se menciona lo suficiente, y es el miedo. Yo veo que el miedo es el factor más común a la hora de no ser capaces de crear la vida que nos gustaría tener. Cuando uno sufre un matrimonio infeliz durante años, la razón detrás de todos los motivos que se aducen para no separarse es el miedo. Miedo a la reacción de la otra persona, miedo al qué dirán, miedo a que empeore la situacion económica, miedo a consecuencias emocionales para los hijos, a quedarse solo… la lista es interminable. Lo mismo ocurre cuando seguimos en un trabajo que nos hace infelices. Tenemos miedo de dejar algo que tiene cierta “seguridad”, o cierto status social, laboral o económico, y posiblemente no encontrar nada mejor. Tenemos miedo al fracaso, a la pobreza, a no gustar, a que no nos quieran, a la soledad. Cambiar de lugar de residencia, hacer amigos nuevos, escuchar a personas con ideas diferentes de las nuestras, equivocarnos, incluso cumplir años o no tener una cuenta corriente saneada, son cosas que nos asustan. ¿Por qué? ¿Qué hay detrás del miedo que sentimos cuando enfrentamos la posibilidad de cambiar el status quo de nuestra vida?
El miedo se produce por una experiencia vivida, o por una idea de que algo puede ocurrir, o las dos. Por ejemplo, nos da miedo ser pobres o porque hemos pasado penurias económicas o porque las hemos visto pasar y conocemos las consecuencias, que pueden llegar comprometer la propia supervivencia en el caso más extremo. Lo mismo ocurre con el miedo a la soledad o a la enfermedad. Pero en realidad, tanto si lo hemos vivido de cerca como si no, estos miedos pertenecen al mundo del pensamiento, de la imaginación, puesto que no pertenecen a una realidad presente en este momento. Podemos decir sin temor a equivocarnos, que normalmente, los miedos que sentimos no son algo real y tangible, sino algo tan imaginario como las armas de destrucción masiva de algunos paises: solo una hipotética posibilidad.
Cuando nos dejamos llevar por el miedo, estamos enfocando nuestra atención en uno de los resultados que pueden acaecer, y nos olvidamos de que hay otras posibilidades mucho más positivas. De las personas que conozco que son felices, las hay que se han casado más de una vez, que han cambiado de carrera, de país, de trabajo, o incluso de religion. Lo que tienen en común es que han sido capaces de asumir que cuando algo no funciona para ellos, se puede cambiar. De hecho, tenemos la obligación y la capacidad de hacerlo. Por el contrario, las personas conozco que han arrastrado una falta de felicidad durante años, casi invariablemente tienen en común que se sienten atrapados en una realidad de la que no se atreven a salir por miedo a las consecuencias. No se dan cuenta de que las consecuencias negativas ya las están viviendo, y están dando la espalda a un mundo de posibilidades que se abren por el hecho de ponerse en movimiento hacia el cambio.
Hace tiempo leí una bonita historia que ilustra estas posibilidades de cambio. Un monje zen llegó una noche, con su maestro, a una vieja casa en una montaña. El dueño era muy pobre, y vivía míseramente con su familia, de lo que producía una famélica vaca. Esta era su única posesión, y fuente de ingresos, por lo que la cuidaban con mimo, pegados a la idea de que era lo que los mantenía a flote. A pesar de su precaria situación, fueron muy hospitalarios con sus huéspedes, dándoles cobijo y alimento. Por la mañana, el agradecido monje comentó con su maestro lo mucho que le gustaría ayudar a ésta pobre gente que tan bien se había portado con ellos. El maestro estuvo de acuerdo con tan noble sentimiento y le ordenó despeñar la vaca de la familia por la montaña. El monje obedeció horrorizado. Unos años más tarde, el monje, ya independizado de su maestro, pasó por la misma zona. Todavía con remordimiento, decidió acercarse a la casa con intención de corregir su terrible acción. Al llegar, casi no reconoció el lugar. El jardín estaba cuidado y la casa se veía bonita y muy bien conservada. Había gallinas, ovejas y vacas en el amplio espacio adyacente a la casa. Llamó a la puerta. El mismo hombre que tan bien lo había tratado unos años antes, abrió la puerta. Lo invitó a pasar y a sentarse a cenar con su familia. Durante la cena, el monje comentó lo bien que se veía todo. El hombre sonrió. “Antes no estábamos tan bien” dijo. “Pero un día, la vaca que teníamos desapareció, y nos dimos cuenta de que nuestro futuro estaba en nuestras manos. Todos nos pusimos a pensar en lo que nos gustaba hacer, y así descubrimos nuestro propósito. Desde que lo seguimos, no hemos vuelto a pasar penurias. Que se nos perdiera aquella vaca fue lo mejor que nos pudo pasar”. El monje entendió en ese momento la lección que su maestro le diera unos años antes. Somos los únicos con el poder de cambiar nuestra situación y de decidir como queremos que sea nuestra vida, simplemente tomando conciencia de ello y liberándonos del miedo a la acción, al cambio.
Si hay algo en tu vida que te hace infeliz, empieza por aceptar que puede ser cambiado. Abrete a la posibilidad de terminar con esa situación, pero en vez de recrear en tu mente todo lo malo que puede pasar con ese cambio, céntrate en pensar todo lo positivo que puede venir. Cuando algo nos asusta o nos preocupa, no hacemos más que visualizar una y otra vez lo que puede salir mal. Utilicemos la misma técnica, la visualización, pero para explorar las magníficas posibilidades de que todo mejore, o, por lo menos, de que simplemente nos liberemos de lo que nos estaba haciendo infelices. Visualiza a corto, medio y largo plazo un resultado positivo para todos los que estén implicados en el asunto. Piensa que si tomas una decision de forma positiva, y con intención de que el resultado sea en beneficio general, así sera. En caso contrario, en vez de decir que llevas 10 años de matrimonio infeliz o en un trabajo que aborreces, dentro de unos años llevarás 15. Francamente, ¿por qué desperdiciar así una vida? ¿A qué esperas para tomar el control? ¿A qué tienes miedo?
Helena Aramendia. Permitida la reproducción total o parcial del artículo siempre que se mencionen el autor y la fuente.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
El futuro de las religiones.
El ser humano ha tenido prácticas religiosas desde el principio de los tiempos. Las religions son tradiciones culturales relacionadas con la espiritualidad; detrás de ellas hay organizaciones humanas proclamando un origen divino, manteniendo así un status que pocas veces es puesto en tela de juicio. Me gustaría reflexionar sobre el papel que las religiones han jugado en la historia, pero sobre todo, lo que intuyo les espera en un futuro no demasiado lejano.
Qué son las religions y por qué las necesitamos.
Desde que el ser humano es humano ha necesitado una conexión con su esencia, con su origen. Aunque sólo fuera intuitivamente los humanos siempre han sentido que había otra realidad detrás del mundo físico. Inicialmente, su espiritualidad era personal e íntima; un contacto directo con lo que ellos percibían como una realidad mayor o sagrada, lo que se ha llamado Dios. En su expressión más básica, ésto se traduce en religions animistas que ven lo sagrado en rocas, en el sol, o en cualquier otro elemento natural.
Hay un sentimiento de vulnerabilidad que hace a los humanos primitivos buscar la protección sobrenatural, y también aceptar la autoridad de los que parecen entender o incluso comunicarse mejor con el evasivo mundo del espíritu. Así pues, pronto fue tan común en tribus o asentamientos tener no solo líderes para la caza o para la Guerra, sino también líderes espirituales. Pero para que el lider se diferencie del grupo que lidera, necesita: a) tener más conocimiento, más experiencia o más habilidad en su trabajo, o b) ejercer un mayor control sobre el grupo. Así que poco a poco, a lo largo de generaciones, lo que estos líderes percibieron, o lo que pensaron, pasó de ser idea a costumbre, se convirtió en ritual, y finalmente en religion o culto.
Cuando las sociedades se hicieron más complejas, también lo hizo el papel del lider religioso. Con el pasar de los siglos, las tradiciones se van acumulando y van creciendo, así como los rituales y las leyes. La historia que se pasa de forma oral a través de generaciones en todas partes, crece rica en detalles y explicaciones sobre nuestros orígenes, nuestra relación con lo divino, y todas las formas y rituales que utilizamos para demostrar esa relación. Para que una religion se cree, necesitamos: una explicación sobre nuestros orígenes, la definición de una deidad (o más), el concepto de como es esa deidad y lo que podemos esperar de su comportamiento, la expectativas que se tienen de nosotros, y un grupo de leyes y rituales que definen nuestro nuestra relación con la deidad. Este conjunto de creencias es una doctrina, y es todo lo que necesitamos (excepto en América, que solo necesitan una licencia expedida por internet). Así pues, una religion es solo una manifestación cultural. Desde las animístas a las polteístas y de ahí a las monoteístas, las religions han evolucionado.
Cuatro de las cinco religions más importantes (considerando solo el número de adeptos) son relativamente nuevas. El judaismo, la cristiandad, el islam y el budismo. La más Antigua de las cuatro, el Judaísmo, la primera religion monoteísta, tiene “solamente” 3.300 años de antiguedad (contando desde Moisés y la entrega del Talmud). Entre estas cuatro religions y el Hinduísmo que es politeísta y mucho más antigua, cuentan con más del 80% de la población mundial como adeptos. La gran mayoría de personas en el mundo practica una religion determinada y no otra, porqueha nacido en un lugar o una familia que practica esa religion. Incluso el relativamente pequeño número de personas que elige sus creencias cuando son adultos, lo hace a veces influenciado por sus circumstancias o su entorno.
Las religiones son organizaciones inspiradas por Dios, pero diseñadas y controladas por los hombres. Son muy útiles para millones de personas que encuentran en ellas una forma de llegar a la divinidad, una manera de encontrar sentido a muchos momentos difíciles que la vida tiene. Son una forma fácil de canalizar nuestras neesidades espirituales, porque son como una comida precocinada: estás listas para usar. Solo necesitamos seguir las sugerencias del sacerdote, rabino, guru, lama o chamán, y él nos guiará y cuidará de la salud de nuestra alma. Al ir volviéndose nuestras vidas más complicadas, es más fácil dejar en sus manos nuestra vida espiritual. Las religiones institucionalizadas están tan arraigadas en la sociedad, que nos dan incluso un sentido de aprobación y aceptación, mientras cumplamos con la liturgia de rigor.
Aspectos negativos de las religiones.
La religion crea separación y dualidad, porque pertenecer a un grupo implica la no aceptación de los otros como verdaderos (incluso si los respetamos). Si soy cristiana no puedo ser musulmana, si soy judía no puedo ser hindú. Esto es dualidad. En la mayoría de las religione, los estamentos religiosos han condenado lo que convierte en diferentes a las demás religiones, y han fomentado el rechazo y la intolerancia, buscando con ello una supuesta supremacía. Esto es así incluso cuando la propia doctrina religiosa no contiene ese rechazo y esa hostilidad. A lo largo de la historia, como todos sabemos, han habido guerras, se ha matado y se ha torturado a más personas en el mundo por motives religiosos que por cualquier otra causa.
Debido a la naturaleza humana de las instituciones religiosas, éstas se han visto envueltas en luchas de poder, ambición económica o desviaciones sexuales un incontable número de veces; hasta el punto de que el espíritu y significado original se ha perdido en muchos casos. La intolerancia y el deseo de poder han colocado a muchos estamentos religiosos en posiciones de poder politico y social, lejos del soporte espiritual que originalmente estaban destinadas a proporcionar.
Hoy en día, muchas personas se centran en los aspectos externos de la religion, sus ritos, formas y preceptos, sin que en muchos casos haya realmente un sentido más profundo en todo ello, o la consecución de un objetivo espiritual. En distintas religiones hay miles de personas que se consideran muy religiosas por ello. Son como los celotas de tiempos de Jesús, centrados en su pequeño mundo de formas sin fondo, condenando en sus mentes (y en su vida social) a todo el que no cuadre en su esquema religioso. ¿Nos separan las religiones? ¿Resulta útil tener una creencia que dice que solo ésta religion es la verdadera, la que nos lleva a la salvación o a un paraiso mientras el resto de pobres almas que siguen una tradición diferente se pierden para siempre? La individualidad es conveniente mientras crecemos, pero no cuando nos hacemos mayores. Como humanidad, estamos creciendo, y nuestra única opción de supervivencia es en una sociedad madura y adulta.
Nuestro próximo paso evolutivo.
Como humanidad estamos ahora en un momento evolutivo particular y muy importante. La vida como la conocemos no es sostenible. Los patrones que nos servían antes no los podemos usar más. Tenemos que reconsiderar todos los aspectos de la vida bajo un prisma diferente. Ya no se trata de supervivencia individual ni de competencia. Se trata de creer y prosperar como sociedad para poder alcanzar todo nuestro potencial como individuos. Debemos vivir en sinergia y no en competencia. Es hora de volver la mirada al modelo más perfecto que tenemos cerca: el cuerpo humano y sus células. Si tenemos un tumor en cualquier parte del cuerpo, afecta a todo el cuerpo, y con ello la salud del individuo, porque todo forma una unidad. Las células del cuerpo pueden funcionar óptimamente sólo en una entidad en excelente estado de salud , y viceversa. Y todo a las órdenes del espíritu. Es necesario que nos demos cuenta de que así como todas nuestras células forman una unidad, cada persona en el mundo es parte de un todo indivisible. Lo que le pase a uno nos afecta a todos, tanto si somos conscientes de ello como si no.
En nuestro espíritu también somos uno. Compartimos un origen divino, independientemente de nuestras tradiciones y de la semántica utilizada. El alma tiende a comunicarse y unirse con el creador, con su origen. Esta union es una necesidad humana básica, es lo que llamamos espiritualidad.
Cada día crece el número de personas de todos los credos y países que es consciente de esta realidad. Una consecuencia de ésta consciencia es que se pierde la necesidad de utilizar una religion instituzionalizada. Estas personas meditan más, y tienden a realizarse espiritualmente de una forma por un lado más personal e íntima, ya que encuentran una comunicación directa con la divinidad en la oración personal y la meditación, y por otro lado socialmente más responsable,ya que encuentran sosiego y realización espiritual en ayudar a otros de diferentes formas: bien ofreciendo su tiempo en actividades voluntaries, bien apoyando distintas causas o estudiando maneras de ayudar a los más desfavorecidos. Estas personas son conscientes también de que las religiones diferentes a la que nosotros conocemos son como los lenguajes o las comidas diferentes: algo para conocer,compartir, respetar, y aprender de ello, pero no algo que deba separarnos o definir la valía de nadie.
Yo no creo que ninguna religion va a desaparecer porque vaya a ser suprimida, sino porque eventualmente se volverán redundantes. Igual que la necesidad de vivir en una cueva o la de cuidar del fuego de la tribu, superaremos la necesidad de profesar una religion, al desarrollar una espiritualidad mucho más rica y auténtica. Cuando todos recordemos nuestro origen divino, y aprendamos la forma de conectar directamente con el creador (independientemente de como lo llamemos) entonces habremos encontrado lo que nuestras almas andan buscando. Estamos creciendo como especie humana, y pronto llegaremos al equivalente de un adulto independiente y responsable, siendo capaces de conocer y utilizar el auténtico poder que nos define: el amor.
Soy consciente de que mirando los periódicos y los noticieros, y viendo como está el mundo, mis palabras suenan utópicas. Pero creo firmemente que este proceso es como hacer reformas en una casa: todo va a peor y es un caos hasta que se ve la mejoría. Todavía hay mucha oscuridad y negatividad que limpiar y sacar a la superficie. Una Buena limpieza es necesaria antes de que la nueva realidad pueda tomar forma. Mientras tanto, mantenernos centrados en nuestro propósito en la vida y en nuestra esencia ayudará a anclar los patrones de la nueva vida a la que nos dirigimos.
Helena Aramendia. Ministro Ordenado Interconfesional. Autorizada la reproducción total o parcial, siempre que se mencione la autoría y procedencia del texto